Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo
“Hueles a Naftalina”. Me salió del corazón al escupirlo en medio de una reunión. Ni lo pensé. No fue por arrogante o pesado, simplemente lo dije sin un ápice de arrepentimiento.
Antes de soltar mi epitáfica frase final, le comenté a mi interlocutor que el mundo cambió en estos últimos meses y que las empresas o se aclimatan a estos vientos de cambio o se los va a “cargar el payaso”.
Más que un reclamo o una jalada de mi parte, era un WARNING hacia muchas empresas que piensan seguir haciendo las cosas como en los noventas, en donde ponían el precio que les daba la gana, atendían mal a sus clientes y les cobraban diciendo “si te parece, ya que tengo muchos clientes esperando, tratando de consumir lo que yo ofrezco”.
Tags: Entender para atender
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